Todo lo demás que no ves

Mientras ves la película, piensas en la película que viste la semana pasada, o la de hace años, y por recordar te pierdes la mejor escena de la proyección. En ocasiones por intentar tomarle la mano al amor de tu vida, no piensas ni ves ninguna, o también puede ser que veas a la gente mientras ve. En casos extremos duermes y ya o sencillamente la película te hace llorar y entonces no puedes tomarle la mano a nadie, ni recordar otras películas, ni ver a la gente, ni espiar al cácaro o comer palomitas. Eso es la intensidad del presente. Mi cuadro con dedicatoria al presente que por verlo no ves otras cosas más, pero sientes todo.