Heal the World en Cuernavaca; 16 x 22 cm. Augusto Metztli, 2019. (VEINTIOCHO de la serie Tlakati - Proyecto 38 y cuesta 65€).
Cierro los ojos, el aroma a hierba, piscina y crema solar lo envuelven todo, hace calor, suena "Heal the World" del disco "Dangerous" (lo acababa de publicar Michael Jackson), mi primo Gustavo y yo estamos jugando badminton en cámara lenta, veo el cielo vibrante de Cuernavaca, veo a mi primo, mi raqueta y "el gallito" (la pelota) de badminton viniendo hacía mi. La cadencia de ese momento me ha acompañado una y otra vez siempre que lo he necesitado. No me cuesta ningún trabajo ir ahí, a ese momento muy feliz de cuando era niño.
Ese lugar se llama Coral, aún existe, es un club en Cuernavaca, durante varios años fuimos a menudo, en las vacaciones de verano o semana santa. Incluso alguna vez nos quedamos varios días mi primo y yo solos hospedados ahí. Nos encantaba madrugar para bajar a las 7 am a la alberca, nos metíamos antes de que llegara el de mantenimiento, una de esas veces encontramos un montón de billetes flotando, asumimos que era el resultado de una borrachera épica y que nadie los echaría en falta. Así que comenzó el juego, nadamos y buceamos detrás de los billetes, hasta recogerlos todos, juntamos bastante dinero para un par de niños.
Más tarde fuimos a la tiendita del club y compramos un hinchable con forma de cocodrilo, un juego de damas y ajedrez, el resto nos lo gastamos en helados y golosinas varias.
Durante años conservé ese ajedrez, siempre que jugaba con él me acordaba de esas vacaciones en Cuernavaca.
Quisiera volver.
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