La noche de navidad de 2007; 19 x 24 cm. Augusto Metztli, 2019. (QUINCE de la serie Tlakati - Proyecto 38 y cuesta 52€).
El 23 de diciembre había acompañado a Marta al aeropuerto de la ciudad de México para que volviera a Galicia. Después fui a pasar la navidad a Puebla, con la idea de cenar con mi padre y unxs colegas suyos. Para hacer la cena, fuimos a abastecernos de hermosos ingredientes (muchos de ellos de origen prehispánico) a un mercado que hacía muchos años no iba; los mercados en Puebla son espectaculares. Volvimos con un montón de dliciosos alimentos para cocinar las recetas festivas típicamente poblanas.
Todo apuntaba a que sería una rica cena y una noche festiva más, no sé cómo surgió el plan, pero de repente nos apeteció subir a la azotea, una azotea que conozco desde que era niño. Arriba puedes ver las otras azoteas, techos y cúpulas del centro histórico de Puebla, y por supuesto también las torres de la catedral.
Sin saber de dónde ni por qué, comenzamos a ver salir de detrás de la catedral pequeños objetos voladores, salían en formación, primero pensamos que eran aves migratorias, pero no volaban como aves, lo hacían muy lento. Podían ser aviones, pero hacían movimientos multidireccionales y se detenían encima de nosotrxs, después dejábamos de verlos, parecía una peregrinación de cosas raras volando, 10 minutos después dejaron de aparecer. Seguimos sin saber qué fue eso que vimos. La experiencia me pareció inquietante.
Bajamos a cenar sin más.
Me hace gracia recordarlo, porque me permite pertenecer al selecto grupo de loquillos que dicen "Vi ovnis en el cielo".
En algún momento pensé que sería buena idea que me ayudaran a cruzar el océano Atlántico y me dejaran en Galicia. Dos meses después lo hice, sin su ayuda.
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