29 mar 2019

La cascada y el relámpago, atemoktli ihuan tlatomitl - DIECISIETE


La cascada y el relámpago, atemoktli ihuan tlatomitl; 24 x 16 cm. Augusto Metztli, 2019. (DIECISIETE de la serie Tlakati - Proyecto 38 y cuesta 54€).


Luis Barragán es uno de los arquitectos más brillantes y sorprendentes del mundo, lograba asimilar todo lo que veía, y todo lo que exploraba para proyectarlo de manera espiritual en sus obras. No tiene  edificios faraónicos, por eso me gusta, y porque transcurrir en los espacios que hizo, emociona, conmueve y hace reflexionar. Él creció y pasó su juventud en Mazamitla, un pueblo entrañable en la sierra de Jalisco, dicen que la luz y la arquitectura típica de ahí fueron decisivas para sus futuros diseños. Yo creo que sí, hay algo especial en esas montañas.

La palabra en náhuatl Mazamitla significa “lugar donde se cazan los venados con flechas”.

Mazamitla la conozco como casi todxs por ser un destino de descanso rural, la gente va, se hospeda en su pintorescos hoteles o en sus cabañas cercanas al bosque, reposa, pasea y hace de turista.

En una ocasión, visitando una de las cascadas cercana a la zona de cabañas donde estaba, se nubló el cielo. De pie, frente a la cascada, mientras disfrutaba de las formas del agua y del rocío, a muy pocos metros cayó un rayo, el sonido que percibí antes de que se escuchara el trueno, es como cuando rompes una hoja de papel, después sentí cómo vibraba el suelo, vi una ligera polvareda y después escuché el trueno. Toda esa fuerza se siente en el cuerpo y da mucho miedo.

Desde entonces no he vuelto a ver un rayo tan cerca. Cuando pienso en Mazamitla, se me vienen a la cabeza dos cosas, lo vulnerable que me sentí a cielo abierto por los rayos y lo emocionante que es ver y habitar un espacio diseñado por Luis Barragán.




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