17 ene 2019

Nadando entre cocodrilos - OCHO


Nadando entre cocodrilos; 14 x 22 cm. Augusto Metztli, 2019. (OCHO de la serie Tlakati - proyecto 38 y cuesta 45€).


Siendo niño comencé a conocer Nayarit, es un lugar en el que me siento feliz y que también considero "hogar", en esas tierras todo me resulta mágico. En San Blas, un municipio costero de Nayarit, encuentras el Parque Nacional la Tovara, que forma parte de los humedales más importantes del planeta, el agua de los manantiales se junta con el agua del océano Pacífico, formando espectaculares paisajes que son el hogar de flora y fauna muy singulares, incluyendo cocodrilos.

Viajar en barca entre los manglares y recorrer kilómetros de vegetación infinita es una experiencia emocionante y que nos permite conectar con aquellos humanos que fuimos. Uno de los destinos del recorrido por los manglares es un ojo de agua, donde detienen la barca y puedes nadar o comer en un restaurante. Hace años todo era más improvisado, y el espacio para nadar estaba dividido por una rudimentaria valla submarina para evitar que los cocodrilos entraran, desde luego que los cocodrilos siendo tan inteligentes y hábiles no la respetaban, así que cuando querían cruzar la saltaban y punto. Por eso en cada extremo de la valla había un chaval para avisar si veía algún cocodrilo con intenciones de saltar. 

Nosotros nadábamos muy cerca de la valla, disfrutando de las aguas cristalinas, cuando comenzaron a gritar los chavales: ¡Cocodrilo, cocodrilo!

Yo creo que nunca nadé tan rápido, todos los que estábamos en el agua llegamos a la orilla y nos empezamos a reír y carcajear de los nervios, yo creo que a nadie de nosotros nos habían perseguido antes los cocodrilos. Creo recordar que no pudieron merendarse a nadia ;-).

Nadar entre cocodrilos es algo que no volvería a hacer. Me llega con recordarlo.




No hay comentarios.: