2 dic 2022

Últimas palabras

Últimas palabras. Acrílico sobre lienzo, 16 x 22 cm. Dedicado a Teresa Margolles. Verano del 2022. Y su precio es de 85€.

La primera vez que me di cuenta de que en las marquesinas de un cine "abandonado", había de nuevo letras anunciando algo, fue inquietante. Pero cuando el camión se detenía y leías lo que había escrito ahí, podía parecer un error, veías otra y otra, entonces el cuerpo se ponía frío.

En el 2006 Teresa Margolles, convirtió las calles del centro de la ciudad de Guadalajara en su obra.

Las marquesinas de una docena de teatros y cines abandonados, tenían escritas las últimas líneas, de las cartas que habían dejado a sus familias, la gente que se había suicidado. No sé si las cartas eran solo de mujeres o también de hombres, ese detalle no lo recuerdo, pero al final ponía la edad del autor o autora. Me enteré por la prensa de que aquello era una instalación urbana. Así conocí el trabajo de ella.

Un poco después supe de otra pieza que hizo dentro del que fue la casa - estudio de J.C. Orozco, entonces y ahora son oficinas de la U de G, también causó mucho "ruido" mediático. Era una plancha de cocinar, a la que cada cierto tiempo le caía encima una gota de agua que se había utilizado para lavar cadáveres en la morgue de la ciudad, a donde va la gente que ha muerto de manera violenta, es decir por el narco, o por peleas, o atropellos o de cualquier forma en la que haya que hacer una investigación. La gota al caer en la plancha se evaporaba, entonces el aroma se esparcía por el espacio. La gente de las oficinas se quejaba porque el aroma putrefacto y sanguinolento no les permitía trabajar. Yo vi la pieza, solo que cuando fui ya la habían apagado. También había unos audífonos en los que escuchabas audios del momento en que lavaban las instalaciones de la morgue de dichos fluidos.

Desde entonces he seguido el trabajo de Teresa Margolles, me parece muy valiente y que hace lo correcto. Cualquier mexicano o mexicana desde sus - nuestras posibilidades, medios y oficios, debe(mos) contribuir al proceso reflexivo y pacifista de nuestro país. Me parece una artista espejo. Como el recurso de ciertas disciplinas de defensa personal, que utilizan la fuerza del agresor para defenderse, sin utilizar la violencia. Ella nos muestra la fuerza de la violencia estructural, convertida en una ingeniosa instalación que conmueve, remueve y hace pensar.

Recuerdo muchas obras, pero solo mencionaré una más. Un buen amigo de Teresa, que también era artista, fue a sacar dinero al cajero, ahí lo asaltaron y le dispararon, murió sobre la acera afuera del cajero. Marcaron su silueta como parte de la investigación. No sé cómo lo consiguió, pero cuando pudo quitó el trozo de hormigón del suelo, con la silueta de su amigo y lo convirtió en una instalación, muy sentida y emotiva.

Siento que gracias a Teresa Margolles, la violencia estructural humana y de México, por decirlo de alguna forma "se la lleva toda", la "utiliza toda", la "transforma toda". He intentado muchas veces hablar de la violencia, de la impotencia que sentimos al respecto y no lo consigo.

Me pregunto para qué hacerlo si está Teresa Margolles. Es una de las razones por las que he decidido pintar desde mi experiencia, en primera persona, porque finalmente en esa violencia estamos sumergidos y sumergidas, hagamos lo que hagamos siempre estará salpicada de ella.

Últimas palabras, lo pinté porque Teresa me recuerda la responsabilidad de un(a) artista o de un(a) ciudadanx con su entorno, no es una opción no ser activista, de lo contrario eres cómplice. Ya sea pintando, viviendo, y en cualquier oficio, debemos ser resistencia y cambio.

Un cine viejo, un atardecer, las jacarandas radiantes en el fondo, una muy triste despedida, vienen a mi mente una y otra vez. Porque a pesar de todo, hay esperanza que también moldeamos nosotros y nosotras.





 

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