4 nov 2022

Multitud

Multitud. Acrílico sobre lienzo, 22 x 16 cm. Dedicado al colectivo Cariátides. Verano del 2022. Y su precio es de 85€.

Debía mudarme de ciudad, ya no podía seguir viviendo en Guadalajara, mi mamá se había ido a Tepic hacía tiempo, así que tocaba acabar el bachillerato en otro lugar. Recién llegado a Tepic, hubo que hacer de nuevo la mudanza al entonces DF, y cuando parecía que me quedaría ahí, acabé viviendo en Puebla, con mi padre. 

Cada cierto tiempo, pasaba el fin de semana en el DF, con mi mamá y Yamil (su pareja en ese momento), vivían en Ciudad Satélite. Yamil estudiaba una maestría en restauración impartida por el INAH.

Una de esas veces que andaba por ahí, me entregó un par de revistas, se llamaban "Cariátides", eran una publicación objeto de arte. Dos de las jóvenes que la hacían, eran compañeras de maestría de Yamil. Venían de alguna ciudad fronteriza, y hacían ese proyecto con gran identidad "chicana", no recuerdo la periodicidad de la publicación, pero sí otros detalles, la tirada era de 60 ejemplares, únicos y diferentes porque publicaban obras originales, dibujos, pintura, colage, poesía, cuentos, fotografía, fotocopias intervenidas, cualquier obra que pudieras contener en una hoja tamaño "carta", después lo encuadernaban y repartían las revistas entre los participantes y otras personas. Años después retomé esa idea, pero con variaciones para hacer la revista "Casiopea".

Busco en mis recuerdos y no logro saber con certeza si conocí en persona a las editoras de la publicación, casi casi, creo que sí. Ellas sabían que pintaba, que preparaba una exposición y que dedicaba parte de mi tiempo a las artes plásticas, por eso me invitaron a participar en "Cariátides", debía hacer 60 reproducciones o variaciones de mi colaboración, en tamaño carta y firmadas. Las comencé, pero no conseguí terminarlas. No estaba preparado para ello. Pero de esa experiencia aprendí varias cosas.

Ellas confiaron en mí para participar en su proyecto, a pesar de ser muy joven (acababa de cumplir los 17 años) no pusieron en duda mi trabajo, fueron generosas y sin prejuicios, eso pocas personas lo hacen. Se llamaban "Cariátides" como las columnas griegas con forma de mujer que sostienen una cubierta, porque las editoras eran todas mujeres, y dirigían un proyecto colectivo y transfronterizo, bonita metáfora. El trabajo en equipo daba como resultado aquella preciosa publicación feminista. A cambio de mi colaboración, me adelantaron en pago dos ejemplares de la revista, el recién publicado y el anterior. Tenían una forma generosa de estar en el mundo y ejercer el oficio.

A principios del 2000, quería exhibir las pinturas que había hecho esa temporada, explorando posibilidades, hablé con el hijo del dueño del Haus der Kunst que estaba cerca del templo Expiatorio en Guadalajara, cuando le pregunté el procedimiento para poder hacerlo ahí, me dijo que cuántas exposiciones internacionales tenía. En fin que era algo inaccesible para mí; o en otros espacios te pedían experiencia. Hubo una excepción, al director de la galería Stoa y a su equipo de trabajo, sí les gustó mi obra y me programaron mi primera exposición, solo que cerraron un poco antes y ya no pudo ser.

A partir de estas experiencias, recordé la fuerza colectiva de aquellas mujeres y su proyecto Cariátides. Por eso comencé la Revista Casiopea, inspirado en ellas, aquel experimento funcionó y en menos de cuatro años, se nos abrieron todas las puertas que tocamos y muchas más, que ni nos habíamos imaginado.

Multitud, son 60 objetos naturales, dispuestos de manera aleatoria sobre las baldosas y muros húmedos de un rincón de Pontevedra. Son aquellas 60 copias que no hice. No volví a saber nada de ellas ni de su publicación. Pero gracias a su proyecto, entendí el espíritu del trabajo colectivo, y desde entonces lo he ejercido, ya sea entre artistas, ilustradoras, colegas o personas migrantes como yo.

Entre todas es más fácil abrir puertas.





 

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