28 oct 2022

Barca abandonada

Barca abandonada. Acrílico sobre lienzo, 16 x 22 cm. Dedicado a Sandra Carvajal. Verano del 2022. Y su precio es de 85€.

La artista Sandra Carvajal es una de mis referentes en este oficio, tengo pendiente decírselo. Aunque nunca he trabajado la pintura abstracta, me encantan sus reivindicaciones al respecto y las comparto. Gracias a ella, expuse por primera vez de manera individual en la "Galería Casa de Ensueños", siempre me apoyó de manera incondicional y con todas sus consecuencias, en mis proyectos personales y colectivos. Intercedió por mí en varias ocasiones. Me presentó a muchas personas que después se convirtieron en buenos amigos, amigas, colegas y gente que se sumó, y me apoyó en múltiples aventuras.

Durante un tiempo, conversaba mucho con ella y me enseñó bastante sobre cómo "moverse" dentro del oficio, pero sobre todo cómo "moverse" dentro de la ética profesional. 

Fue a la primera persona que le escuché el concepto "discurso o argumentación" de una pintura, y me pareció una idea interesante, es obvio que la propia pintura es su argumentación, pero a veces un texto que le acompañe, puede resultar sabroso o útil. Los procesos creativos son muy importantes para Sandra, ella los explicaba muy bien, así que la escuchaba atento.

Mi "Barca abandonada" es en recuerdo a dos episodios que viví con ella: Uno fue una colaboración muy chula y pragmática, que hizo para participar en "la revista Casiopea" (no recuerdo en qué número), eran impresiones de una trajinera, intervenidas con óleos al pastel y pintura, en cuarenta variaciones distintas, que era lo que se requería para publicar en la revista. El otro fue algo sorprendente que la vi hacer en vivo, no me imaginaba que existiera algo así.

Sucedió en el Mio Cardio, un bar restaurante muy lindo, era de Lila Dipp y Alejandra Pérez. Fue en la terraza del local, estaba iluminada la zona del fondo, a manera de escenario. En el centro, había un lienzo de gran formato, algo así como 200 x 200 cm. En un lado, la saxofonista Nathalie Braux tocaba una pieza de jazz, en el otro, había una mesa con materiales, pinturas y brochas. Sandra Carvajal se acercó al lienzo, llevaba un overol blanco que le cubría todo el cuerpo. En cada mano sostenía una brocha con pintura, no recuerdo qué color. Entonces comenzó a pintar con las dos manos, moviendo los brazos, todo el cuerpo, de arriba a abajo, desde los extremos al centro, trazos rápidos, a veces al compás de la música, otras no. Era un performance, donde el jazz y sus movimientos con la brocha hacían un concierto multisensorial. Era tan buena, con gracia, con firmeza, con seguridad, emocionaba verla pintar así.

En ciertas ocasiones, he utilizado las dos manos para pintar y siempre que lo hago, recuerdo aquel performance en el Mio Cardio. El fondo de "Barca abandonada" lo pinté así, recreando lo que hizo sobre aquel lienzo de gran formato.

Sandra Carvajal tiene mucha fuerza (pasión, bondad) y vitalidad, cuando te acompaña, cuando estás cerca, te contagia de ella.




 

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