4 sept 2013

Café, piña y papaya

Café, piña y papaya, tempera sobre papel guarro

Hace meses leí un articulo titulado "Elogio a la pereza"me quedo con esta frase: "Es falso que el trabajo dignifique. Trabajar —es la parte que más me gusta de la Biblia— es un castigo divino, una maldición que empobrece la mayoría de las vidas".

Por eso creo que es imprescindible, darse el tiempo de cortar la papaya, la piña, el mango, el plátano y toda la demás fruta que coincidirá en un mismo plato, esperar a escuchar al café negro brotar de la cafetera de metal, mirar con asombro como se tuesta el pan y tardar lo que haya que tardar en desayunar todo eso junto.

El motivo es sencillo, comienza el día.


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