17 feb 2011

Fumarolas de un rebelde

Tinta de chopo con tinta china sobre papel


El año inició con una nueva normativa, se prohibe fumar en locales cerrados y públicos (la ley incluye a todos los locales de hostelería -muy parecida a la ley que está vigente en México desde hace un par de años-). El asunto ganó relevancia por varios motivos, aquí en España hay un bar o restaurante por cada 450 habitantes aproximadamente, y solo se podrá fumar en los que tengan terraza al aire libre. Además los hosteleros son un gremio muy influyente, ya que aportan buena parte de la riqueza de este país, porque aquí todo dios toma su café de por la mañana, de por la tarde y de por la noche.

Amaneció el segundo día de este año con la ley antitabaco vigente. Fue entonces que algunos hosteleros se revelaron y decidieron no acatar la ley, poco a poco fueron desistiendo porque las multas son considerables, y que le cierren el negocio es igual a no tener clientes, ni fumadores ni no fumadores. Comenzaron a hacer manifestaciones, de las cuales a una de las más recientes asistieron cinco personas en una plaza de A Coruña. Rotundo fracaso.

Pero hubo un hostelero, José Eugenio Arias-Camisón que no sucumbió en su lucha, hasta que le cerraron el negocio y le dejaron una multa de 145,000 euros. Lo más sensato que intentó, fue recabar firmas contra la ley antitabaco en una céntrica plaza de Madrid. Sus demás intentos tienen más que ver con una pataleta de niño berrinchudo que con una acción civil.

Durante varios días incumplió la norma, dejando fumar a sus clientes, hizo caso omiso de los avisos de cumplir con la ley antitabaco, y se pavoneaba dando caladas a un habano tamaño Bob Marley frente a los inspectores que le llevaban los avisos.

Cada vez que tenía a la prensa enfrente despotricaba cosas así:

"Estoy alucinado. Cerrar mi negocio es una prevaricación. El pueblo está conmigo, que vengan Griñán y Zapatero a cerrar. Moriré matando por defender mis derechos frente al gobierno marxista y terrorista"

"Mi negocio solo lo puede cerrar la Guardia Civil con una orden judicial. Hasta ahora he guardado las formas pero que tengan cuidado que tengo unos cojones muy grandes y estos socialistas asquerosos no me asustan"

"No hay Gobierno que me haga cerrar mi negocio ni pagar la multa"

Citas textuales de Arias-Camisón.

Fuente El País


Al parecer, según entiendo, su criterio es así de sencillo: si una ley no me convence, no debo cumplirla porque tengo unos cojones muy grandes, es decir, que mis derechos inician y acaban donde se me da la gana, y si a alguien no le gusta es un marxista y terrorista.

En lo que va de este año podemos entrar a beber cafés y comer en lugares donde el aroma es o a café o a comida, no a tabaco. Los niños pueden entrar a cualquier sitio de recreo sin tenerse que inhalar los humos de lo fumadores. Supongo que los camareros y demás personal de los bares y restaurantes también agradecen no fumarse cientos de cigarros al día de manera pasiva.

Que se enoje quien quiera, pero no podrá discutir que la calidad del aire puro, la disfruta hasta el más voraz fumador.

Gracias por el esfuerzo a todos los fumadores.

No hay comentarios.: