Mi bisabuelo fué zapatero y bolero (que casí lo mismo), lo conocí poco y murió cuando yo era niño, se llamaba Edmundo, pero le decía papá Mundo (siempre me impresionó llamarlo Mundo, me parece tan grande y asi lo recuerdo), él dio comida, educación y una vida plena a su hija y a sus nietos (mi padre) de bolear zapatos; se paraba a la misma hora en la mañana, trabajaba las mismas horas todos lo días y jamás salió de Puebla.
Vivió una gran vida, del tamaño del mundo. Hice está pinturita pensando en él, y deseando poder vivir asi de digno como lo hizo. Con un sentido claro. Junto a él una sombrilla chueca, que soy yo, en un parque verde, porque aquí en Tepic todo está verde.
Se llama solitaria estación del bolero.
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