30 dic 2022

11 Nopalera divina y dorada

Nopalera divina y dorada. Acrílico, hoja de oro y objetos sobre lienzo, 22 x 16 cm. Dedicado a Marina Pallares. Otoño del 2022. Y su precio es de 85€.
 

En la Preparatoria número 5 de la U de G, las clases de arte eran optativas, podías elegir entre varias disciplinas artísticas, como teatro, danza, pintura, diseño gráfico y música, son las que recuerdo, no sé si había alguna otra opción. Yo me metí en pintura, eran muy chulos los espacios del taller de pintura, al principio daba al patio de la prepa, después lo cambiaron a una especie de buhardilla de la biblioteca. Ahí tenía una compañera que era buenísima técnicamente y además ya tenía un lenguaje propio y muchas ganas de decir cosas con su obra. 

Se llama Marina Pallares, también compartimos la exposición de obras de final de semestre. Era muy chulo ir a esa optativa porque en verdad sentías que ejercías el oficio de pintar, esa era mi sensación.

Los últimos días del semestre que además eran mis últimos días en Guadalajara, porque me mudaría de ciudad y no sabía a dónde. Le ayudé a mi amigo Giovanni a pintar su mural de fin de semestre, yo ya había hecho el mío en un muro cerca de la embotelladora de Coca Cola de Lázaro Cárdenas. Mientras pintábamos un rostro gigante tipo comic en la terraza de la biblioteca de la prepa, a unos cuantos metros estaba Marina pintando el suyo. Era tan buena haciéndolo.

Varios años después ya de vuelta en la ciudad de Guadalajara, después de terminar la carrera de arquitectura, desencantado de ella e intentando pintar mis primeros cuadros, con la intención de dedicarme al oficio de pintor, volví a ver el trabajo de Marina. Fue con el marchante de arte, promotor cultural y hostelero Carlos Varela. Era un cuadro de gran formato de una virgen de Guadalupe, pintada haciendo reminiscencia a Klimt, con algunos planos de color, texturas y hojas de oro. Era una pintura espectacular. En todos los lugares que comenzaba a exponer, Marina ya había pasado por allí, o a veces exponíamos juntas en colectivas, así como cuando estábamos en la Prepa 5, solo que ahora de manera profesional.

Ella es la pintora más joven que conocí con su vocación bien definida y con un camino andado desde entonces. Han pasado muchos años e incluso en su trabajo actual, en esencia veo a la Marina que recuerdo, esa última vez que la vi siendo muy jóvenes.

Hemos coincidido en muchas inauguraciones, le he comprado obra gráfica, nos conocemos, aunque no sé si ella me recuerda como yo lo hago con ella. Eso no lo hemos hablado. 

Aquel cuadro tan chulo sé que fue muy importante para ella, le abrió nuevos caminos y posibilidades. De Marina he intentado aprender su seriedad y oficio, su "devoción" por pintar.

Hice "Nopalera divina y dorada", con la intención de recordar aquella "Guadalupe" de Marina Pallares, que tanto me impresionó. Solo que un lugar de pintar a una virgen o santa, pinté una nopalera. Mi abuela Meche, murió el 3 de enero del 2022, tenía planeado ir a México para verla, pero llegué a visitar su tumba. Fui a su misa en la iglesia del Carmen, para recordarla un mes exacto después de morir. Esa iglesia es preciosa, como todas lo son en la zona centro de Puebla, ahí tienen una virgen del Carmen muy linda, me gustó e impresionó verla. Pero al salir de la iglesia, después de atravesar el atrío, ahí en frente en una plaza, había una enorme nopalera, tan hermosa que me pareció divina. Así que cuando recordé aquella "Guadalupe" de Marina, se me vino a mi cabeza la nopalera, por eso hice una nopalera virgen del Carmen, con hoja de oro, que además es la primera vez que la utilizo.

No soy católico, pero llevo dentro y con pocas ganas de deconstruirme, toda la iconografía religiosa, porque me gusta, porque es un lenguaje más, porque en México está sincretizada, porque mucha de esa iconografía fue hecha con manos anahuacas, porque mis abuelas aman a esas figuras, estampas, santos y santas. Y porque con todo eso, puedes santificar a una nopalera.





 


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