Los árboles, las ballenas, la luna, el café y las algas me encantan. Con los años cada vez aprecio más la sombra de un árbol, beber café al aire libre, ver la luna y el aroma a mar.
La gracia fue esa, pintar todo al mismo tiempo, unas algas terrestres o un árbol marino, eso es decisión de quién lo ve.
Las estrellas de mar hacen constelaciones marinas y las algas siempre danzan al ritmo de las corrientes. Existe un cálculo que dice: un mismo grupo de gotas tarda mil años en volver a pasar por el mismo sitio.
Donde hay barcos de papel, hay sueños
El café siempre con galletas o panecillos, por favor
Si el árbol era una ballena, debía parecerlo
En Puebla entendí que las sillas y las mesas pueden ser de colores
"El nogal que se hace pasar por ballena". Acrílico sobre madera; 30 x 30 cm.
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