Este fue el último cuadro que mandé a un concurso de pintura, es mi despedida del ridículo y sumiso circuito de concursos, y del arte contemporáneo. La obra se llama Curriculum Vitae, es un bastidor de madera con un plástico manchado de pintura (de cubrir la mesa para no ensuciarla). Y es la obra más transparente que pude presentar a un concurso.
Sé de casos como el del Salón de Octubre en Guadalajara en los que las obras que iban a concurso no les quitaban el embalaje, por prejuicio, sé de gente con una calidad impecable que jamás ha sido elegida y en cambio "sí a artistas con apellidos o directamente amiguetes del funcionario Paco de turno".
Sé de concursos donde la curadora (comisaria) en jefe muestra desprecio a ciertos artistas que se encuentran fuera de su prejuicio estético. En general los concursos de pintura desarrollados en Galicia, desde el de Cambre, pasando por el Eixo Atlántico o el de Jove, los jueces y jurados (con algunas respetadas excepciones) pertenecen a la aburridísima aristocracia plástica docente de la universidad de Pontevedra (universidad de Bellas artes donde te enseñan a politiquear y no a pintar) o a la corriente gallega de pintura, donde la brocha grande, el formato inmenso, las manchas verdosas, marrones, azuladas y los títulos en gallego, númerados o conceptuales prevalecen sobre la calidad o el discurso sólido.
Un pintor pinta, los concursos son para la televisión.
3 comentarios:
Totalmente de acuerdo!!!! el pntor pinta ,los concursos son para la television!!! A mi me pasa exactamente lo mismo que a vos ,y me ha pasado aqui en Buenos Aires.Conclusion: en todas partes del mundo pasa lo mismo
Totalmente de acuerdo!!!! el pntor pinta ,los concursos son para la television!!! A mi me pasa exactamente lo mismo que a vos ,y me ha pasado aqui en Buenos Aires.Conclusion: en todas partes del mundo pasa lo mismo
Ya era hora que alguien lo dijera!!!
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