14 abr 2023

Todos los colores, todas las posibilidades

Todos los colores, todas las posibilidades, acrílico sobre lienzo, 22 x 16 cm. Dedicado a mi maestra de pintura y dibujo del Hospicio Cabañas. Primavera del 2023. Y su precio es de 85€.

Tenía muchas ganas de estudiar pintura, y además quería hacerlo en el lugar donde no pude cuando era adolescente, porque entonces no nos alcanzaba el dinero. Terminé arquitectura, solo me hacían falta algunas horas del servicio social y mi examen profesional. Trabajaba en un despacho de arquitectura y urbanismo (de deshonestos y tramposos), así que decidí utilizar el dinero de hacer el anteproyecto de una Academia de policías, o de amontonar casas en un fraccionamiento, en apuntarme al primer cuatrimestre de pintura y dibujo del Hospicio Cabañas de Guadalajara.

Fueron unos meses felices. El espacio que tienen destinado en el centro cultural más importante de esa zona del país, es maravilloso, aulas enormes, bien ventiladas e iluminadas, alrededor patios con naranjos y fuentes. Una gozada de lugar para ponerte a pintar y dibujar.

Pero lo mejor y más importante de ahí fue la maestra, de la que no recuerdo su nombre, y no he conseguido averiguarlo. Ella también había estudiado en el Cabañas el ciclo de pintura y dibujo, después de terminarlo y al paso del tiempo, la llamaron para ser la profesora del primer cuatrimestre. 

Antes de pintar nos dedicamos varias semanas a dibujar, la maestra nos explicó un montón de cosas, como técnicas y maneras que aún utilizo. Lo hacíamos en unos bancos con unas tablas enormes para pegar hojas de gran formato y que a su vez apoyábamos en nuestras piernas, no he vuelto a ver esas mesas - taburetes de dibujo en ningún sitio. Sus sesiones de dibujo las disfruté bastante. 

Una de las experiencias que más me gustaron fue cuando comenzamos a pintar, porque lo hicimos con materiales que no conocía. La escuela está en el centro de la ciudad, se encuentra en el oriente, al cruzar la línea "que la dividía" en dos, en su momento era un río, ahora es la Calzada Independencia. Ahí había muchos negocios peculiares, que solo encuentras en esa zona. Salimos de la escuela con la maestra y en excursión caminamos hasta una "Tlapalería y ferretería" ahí cerca. Ese negocio lo atendía un señor que seguramente llevaba toda su vida a cargo del mismo. La maestra le pidió pigmentos, le enumeró los colores y nos llevamos bolsas de a kilo de cada uno. Volvimos a clases y ahí repartimos en botes pequeños, los pigmentos para cada una. Creo... que eran los colores primarios y secundarios. Para pintar mezclábamos los pigmentos con pegamento blanco o con pintura blanca, según la espesura que requiriéramos.

La maestra nos hacía hincapié en la composición de los cuadros y de los dibujos, ella fue la que me enseñó el truco de entornar los ojos para encontrar las luces y sombras de los objetos. Nos habló de la composición hacia la derecha y de ocupar el espacio al 80%, nos indicó como utilizar el lápiz, y cómo colocar el cuerpo, brazos, mano, muñeca al dibujar. Hacía su trabajo con cariño y se sentía agradecida con la vida por ser profesora del Cabañas.

Me gustaría recordar su nombre, me gustaría haberlo encontrado y saber cómo está ahora, qué hace, si sigue dando clases... Pinté "Todos los colores, todas las posibilidades" para recordarla a ella y esa preciosa experiencia, cuando unos adultos y adultas, acompañadas por nuestra profesora, hicimos una excursión por aquel barrio lleno de historia. Donde por razones colonialistas mandaron a los habitantes originarios a vivir y trabajar al otro lado del río, a ese lado del río, donde se construyó la iglesia y el mercado de San Juan de Dios, un hospicio, que ahora es museo y que tiene una escuela de arte y donde alrededor hay un montón de negocios peculiares y muy "tradicionales". Sentía tanta ilusión en aquel momento.

Por eso de esa ferretería y tlapalería sale una estrella, hojas de ficus, flores de amapa, agua y una ballena, porque durante mucho tiempo utilicé esos pigmentos de colores que compramos allí. Poco a poco fui dejando la arquitectura, para dedicarme a la pintura, y ese fue uno de los primeros pasos.

Desde entonces, en parte gracias a mi maestra y otras maestras, he pintado muchas ballenas y me gustaría seguir haciéndolo por un rato más.

 




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