6 ene 2023

La fuga

La fuga. Acrílico, telas e hilos sobre lienzo, 16 x 22 cm. Dedicado a Mónica Leyva. Invierno del 2022. Y su precio es de 85€.

Bajo los portales en el centro de Puebla, junto al edificio del ayuntamiento, hay un espacio donde llevan años haciendo exposiciones. Es la galería municipal, en la que he visto a muchas artistas y algunas de ellas me han impresionado y emocionado al punto de no olvidarlas.

Supongo que fue en 1997 o 1998, por toda la sala estaban expuestos unos vestidos y blusas hechas de papel blanco, con las costuras unidas por cabello en lugar de hilo y estampados con toda clase de motivos, con sangre humana. Son posibilidades que de no verlas no se me habrían ocurrido. No recuerdo el nombre de la artista. 

Unos años después viviendo en Guadalajara, conocí a otra artista textil, Mónica Leyva, y me impresionó igualmente, solo que ella sí utilizaba hilos y tela. Recuerdo cuando vi por primera vez sus trabajos y fue muy emocionante, porque los colores, los trozos de tela, los hilos y su manera de componer y narrar sus historias, eran y aún lo son, muy expresivas y el hecho de ver las tres dimensiones, la tela desdoblándose, los hilos colgando, las puntadas, los bordados, los remiendos, todo en su conjunto eran como historias que se salían, que caerían encima de mí. La conocí a partir de su colaboración en la Revista Casiopea (que hacíamos Ramsés, Gabriel y yo, con mucha ayuda de tantas personas).

Algunas de las temáticas que explora Mónica Leyva son sociales, utiliza el arte textil para contar historias que suceden en el día a día, la realidad de México, que nos salpica a todos y todas. Así que entre la temática y la materia que utiliza, sus obras son muy poderosas.

Gracias a Mónica aprendí que materiales asociados a otras actividades, colocados y trabajados de una manera específica, pueden ser recursos expresivos y altavoces sociales, puedes pintar con tela, hilos, remiendos y bordados. Ahora es más común verlo, pero hace casi veinte años no tanto, muy pocas artistas trabajaban así. Incluso ahora el bordado se ha vuelto una herramienta de denuncia, con los feminicidios, o con los estudiantes de Ayotzinapa, Rosa Borrás lo hizo en Puebla y Lola Zavala en Barcelona, junto a muchas artistas más.

Siempre he sido un desastre con los hilos, todos mis remiendos y zurcidos me quedan torcidos o con nudos, para salir del paso valen, pero tengo muchísimo (infinito) por mejorar. Me parece un arte tan inaccesible para mí. Incluso intenté tejer, con igual resultado. 

Para hacer La fuga, tenía claro que pegaría los hilos y las telas sobre el lienzo, pero quería que diera la sensación de bordados y zurcidos, así que esperé a encontrar los trozos y materiales que me resultaran apropiados para ello. Solo fue cuestión de tiempo, y eso es otra cosa que he aprendido de mucha de la gente de la que hablo en #Influencias, a veces solo hay que esperar activamente.

Decidí pintar el lienzo intentando crear una atmósfera, que sirviera de soporte para lo que pegaría después. Al encontrar la red de hilos amarillos, tenía claro que debía ser una escena marina, y qué mejor escena marina y con símil social, que una fuga de peces y fauna escapando de las redes de los pescadores voraces.

Convetí trozos de tela en medusas, estrellas y peces que escapaban de su futuro trágico e injusto. Quería que tuviera mucho movimiento, porque asocio el bordado y el trabajo con telas, al cambio, a la posibilidad de mejorar las sociedades. Por eso La fuga es casi una espiral ascendente.






 

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