
Si tres segundos, que es el tiempo que una hoja tarda en caer del árbol pueden explicar, el universo, el ser humano, el espíritu y la misma hoja; que no se podrá descubrir en tres segundo de ver los ojos de alguién, percibir su aroma, ver su espalda a la distancia, escuharla, ver como caen sus lágrimas por las mejillas, mirarte en el espejo e intentar.
Pero cuando puedes cerrar los ojosy recordar todo lo anterior, lo que viste, lo que oliste, lo que se fué. Seguramente es tuyo, te pertenece y le perteneces a la hoja del árbol, caes junto a ella durante tres segundos.
Abre y cierra los ojos, no hay mucha diferencia.
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